jueves, 23 de enero de 2014

Kiss me hard before you go

El arte de querer con los ojos cerrados. En eso se basa el amor. Como Albert Espinosa escribió "cierra los ojos y así sabrás si le quieres." Algo tan simple como eso.
Porque el amor no es lo que ves, es lo que sientes.
Ponte a pensar en tus padres, tus mejores amigos, tu novio.. ¿Les quieres por su aspecto? ¿Por como van vestidos? ¿Por lo que ves? 
Un rotundo no a eso. La apariencia sólo puede atraer. Nada más.
A las personas se las quiere por los momentos vividos. Por las veces que han estado contigo. Por las veces que han hecho de muro de carga para ti. 
Y ahí es donde empieza el problema. Porque ¿Si no hace falta ver para que querer que pasa cuando esa persona que quieres se va lejos de tu vida? 
Supuestamente la distancia es olvido, pero olvidar lo que quieres no es fácil. No se puede tachar aquello que te hace feliz sólo porque no eres capaz de percibirlo. 
Personalmente estoy acostumbrada a querer sin ver, me he mudado de mi ciudad de la infancia, tengo amigos por todo el mundo y mi padre cada dos por tres esta fuera por trabajo. He crecido sabiendo que no hace falta ver a alguien para seguirla queriendo. Y quizás esa sea la tragedia de mi vida. 
Mi canción favorita dice "how can I love when I'm afraid to fall" y creo que no habrá mejor frase para describirme en la historia. Me paso el día teniendo miedo a querer, porque querer inevitablemente lleva a la palabra doler. Duele querer. Duele mucho. Se que vale la pena pero eso no evita que tenga miedo a sufrir.
Porque jamás podré ser de las que se olvidan de alguien a la semana, de las que hacen borrón y cuenta nueva. Por eso tengo cuidado con querer, porque para mi querer es hasta el final. Sin contratos de permanencia. A sabiendas de que en cualquier momento puede desaparecer. 
Así que la próxima vez que alguien coja las maletas y decida irse de mi vida debería saber que no es tan fácil. Que si quiero no es a medias, es de verdad y para siempre. Y que aún a mil kilómetros siempre habrá una parte de mi que lo tendrá al lado. Amor ciego lo llaman.

sábado, 18 de enero de 2014

La revolución de los que no querían ser iguales

Hoy voy a cambiar un poco el rumbo de las cosas que suelo escribir. Se que le he dedicado mucho tiempo al amor, que le voy a hacer, soy una Taylor Swift a baja escala. Pero es que ayer, con mis amigas, mientras nos poníamos al día y nos reíamos de las miles de situaciones surrealistas que nos pasan rozamos este tema, y yo, como rayada que soy me quede con él en mente. 
Resulta que mucha gente tiene el valor de ponerte una etiqueta por lo primero que ve de ti. A los 5 minutos por tu forma de hablar o vestir tienen el ego J.K Rowling tras escribir Animales fantásticos y donde encontrarlos de llamarte “pija” y de forma más o menos respetuosa “hueca, materialista y superficial”. Alucinante. Dejando al margen el tema de que no saben mi mal humor deberían saber esas personas en la lamentable situación que se dejan con esos comentarios. Porque los prejuicios no son solo una falta de sensibilidad y de respeto sino también de conocimiento. Es actitud de cada uno como tomarse esas cosas. Personalmente suelo hacer oídos sordos, porque si tuviera que sacar mi Pokedex ante ellos, el pokemon “imbecil-inmaduro-sin-dos-dedos-de-frente” ya me saldría como explorado y no es cuestión de darles más coba. 
Pero después me puse a pensar que gente como esa es la que organiza el mundo. Es la que pone los perfiles a los que nos vamos acoplando para no sentirnos solos y excluidos. Porque el mayor error que comete el ser humano es creer que simplifica cuando lo que en verdad hace es complicar más las cosas. Que por culpa de esa complicación nos agrupamos como manadas por ropa, gustos y cercanía. Si yo tuviera que basarme en esos criterios no tendría ni uno de mis amigos. Chicos en serio, que lo maravilloso de este mundo es que todos somos distintos. Que son las diferencias las que hacen que destaques. No caigas en ser una más. Se tú, porque tu como eres vas a ser edición limitada. Porque eres tu propia especie en extinción y porque el mundo se merece conocerte. Y si no se lo merece pues plántale cara. Es cuestión de actitud. 
Siempre he sido de las que he preferido destacar por quien soy a pasar desapercibida ocultándome. Esta claro que en la vida no puedes agradar a todos. Algunos te odiaran por quien eres y otros te amaran por ello. Pero, si sirve de consuelo, puedo afirmar que cuando te muestras sincera, con tus rarezas incluidas, es cuando más van a amarte. Porque es obvio, es como cuando tu mejor amiga te recomienda un libro y ya tienes ganas de leerlo. Crees que es genial y también lo recomiendas a tus amigos de antemano, pero solo cuando llegas a leerlo por ti misma adoras el libro. Porque lo has vivido hasta el final. Porque te ha transmitido cosas que nadie más va a saber entender. 
Espero que algún día esto sea un saber general. Que no haya que decirlo, todos los sepamos desde que nacemos. Nadie puede hacerte sentir mal por quien eres. Nadie debe cohibirte y hacerte vivir lo que tienes predeterminado. Esa gente, aquellos que se encierran y creen que no pueden ir más allá de los que les rodea, de sus círculos son los que nunca avanzaran. Pero si tú deseas con muchas ganas moverte, tarde o temprano, te moverás. Y que es TU vida, es tu poder elegir quien eres y que hacer con ella. Que si te gustan las botas blancas, la ropa fosforito y los tirantes transparentes no eres cani. Y mucho menos debes cerrarte en banda solo con ese subgrupo. Si alguien no te acepta por como eres, sonríeles, agradéceles todo y vete. Esa actitud te ahorra mucho tiempo, creerme que no vale la pena perder el tiempo con gente así. 
Podría pasarme horas explicándoos porque existe esta gente tan cuadrada pero creo que sería dedicarles demasiado tiempo a los antagonistas de nuestras vidas. Por ello voy a decirlo claro y conciso: todo se resume en ignorancia. La ignorancia es algo que va más allá del dinero que tengas, de donde vivas o donde te muevas. El ser ignorante depende solo y únicamente de ti. Puedes tener mucho dinero, casas en Miami y un grado en ICADE, pero de que sirve eso si no eres capaz de ver más allá de tu burbuja. Que es cierto que el mundo no es de color de rosas pero la variedad de colores es la que la hace bonita. 
Por otro lado los estudios o la carencia de ellos no determinan la cultura de una persona. A mis 20 años he conocido a gente sin siquiera bachillerato con más cultura que muchos licenciados. Esto se debe a que la cultura esta a pie de calle. Que a mi la excusa de “no tengo tantos recursos como tu para aprender” no me sirve. Que hay miles de exposiciones a las que puedes ir gratuitas. Que las bibliotecas son gratis. Que hasta escuchar a los demás, uno de los medios culturales mas cotizados, es totalmente asequible para cualquiera. Que la cultura nos llama a todos y es solo decisión tuya abrirle la puerta. 
Con todo esto no me refiero a que la actitud cultural a tomar es la que te enseñen. Jamás de los jamases me parecerá bien que seas el eco de nadie. La finalidad de aprender es sacar tus propias conclusiones. Puede que no estés de acuerdo con nada de lo que este determinado en la sociedad. Imagínate que maravilloso seria que tú fueras el que encontrara la solución en esta sociedad caótica. No nos prohíbas a todos disfrutar de lo que puedes ofrecer al mundo. Se que soy muy soñadora. También se que yo misma a veces me dejo llevar por prejuicios. Pero es que a mí, como a todos, nos queda mucho por aprender. Solo pido una cosa a vosotros que me entendéis, aquellos que veis la luna y no el dedo: revolucionaos. 
No me refiero a que os vayáis a protestar a Sol, las revoluciones no consisten solo en eso, aunque sea lo único que se vea hoy en día en los medios de comunicación. Una revolución “es algo que de un momento al otro invierte el orden de las cosas. La revolución es una necesidad profunda de revertir una injusticia.” Así tan simple como eso. Empecemos nosotros a juntarnos con la gente no por como vista ni de donde venga, sino por lo que nos trasmita. Por su simpatía. O por los miles de motivos por los que uno tiene amigos. Puede que no seamos Gandhi o Mandela pero son estas cosas las que algún día nos unirán a todos. Que ya hay muchas guerras en el mundo por prejuicios sin sentido, resistamos juntos. Acabemos con una de las miles injusticias en el mundo. Arrebatemos un poco de suelo a los escépticos. Subamos un escalón a la utopía. Quizás así consigamos acabar con este caos llamado sociedad. 
 “Ojala siempre intentáramos entender a las personas antes de juzgarlas. Y ojala la gente fuera capaz de ser honesta y contarnos su vida para que pudiéramos valorarla con comprensión”
 ― Albert Espinosa, Si tú me dices ven lo dejo todo... pero dime ven

martes, 14 de enero de 2014

I love us

Llega cierto día en el que dejas de buscar. Sin saber como ni porque alguien contesta en silencio a todas tus preguntas. De repente, después de muchos intentos en vano te hacen comprender que NO te pasa nada. Que nunca dejaste de creer en eso que llaman amor. Que eso que creías que sufrías, el llamado "dañamiento emocional" que vemos en Con derecho a roce no es verdad.  El amor sigue ahí. Que aún hay sitio para tus ñoñerías. Que aún tu inspiración poética o cursilería como solían llamarlo está intacta. 
Lo compruebas cuando estas con esa persona y sientes que Carla Bruni pone la banda sonora de tu vida. Cuando quieres saber que hace en cualquier momento y ríes nerviosa pensando en si el también pensara en ti. Incluso intentas conectar mentalmente con él como si fuera posible, como si fuerais de otro mundo.
Creo que la mejor manera de explicarlo se encuentra en una escena de mis películas favoritas; 500 días juntos. Summer tras estar toda su vida en "relaciones" sin sentido, vacías de compromisos donde justificaba lo bien que estaba sin etiquetar las cosas aparece ante Tom. Le dice que se va a casar. Tras todo ese tiempo de intentos en vano Tom no puede creerlo y entonces surge este diálogo:
"-Nunca quisiste ser novia de nadie y ahora eres la mujer de alguien.

+Hasta a mí me sorprendió. 
-No creo que yo llegue a entenderlo nunca. Vamos, que no tiene mucho sentido. 
+ Surgió sin más. 
-Pero eso es lo que no entiendo, ¿cómo surgió sin más? 
+Solo...solo me levanté un día y lo supe. 
-¿El qué? 
+Pues lo que no supe seguro contigo..."
 Así de simple. "Supe lo que no supe seguro contigo". En eso se basa el amor al fin y al cabo, en lanzarte de lleno por otra persona. Pero claro lo que no nos suelen contar es que no estamos diseñados para caer en los pies de cualquiera. ¿Podemos querer a cualquiera? Claro que si. ¿Podemos salir con cualquiera? Otra vez si. Pero jugárnosla, decir, "si tu te tiras, yo me tiro" eso, no pasa con cualquiera. 
La persona capaz de conseguir que vayamos hasta el final sin pensarlo ES nuestra persona. Es la que va a sacar ese lado cursi, aquel que reniegas de normal. Aquel que haga creer que todo es posible, incluso a los más escépticos. Digamos que es ese alma gemela capaz de completar tu puzzle. 
Así que no desesperes si ahora mismo no quieres nada serio. Disfruta. Conocer gente, salir con chicos es divertido, eso también hace feliz. Pero creerme aparecerá. Y cuando aparezca moverá en unas horas todas esas reglas que te habías jurado. Pondrá patas arriba tu mundo y tu, tu dejaras de hacerte tantas preguntas porque estarás demasiado ocupada viviéndolo.

sábado, 4 de enero de 2014

XIII. Eres de ciencia ficción


 Hablemos de encontrar la persona perfecta para tí. Hablemos de encontrar tu droga y hacerlo una rutina de vida. Alguien que te conoce no solo por lo que muestras sino por solo que eres. Alguien capaz de conocer tu esencia y enamorarse de ella.
Nunca hablaré de medias naranjas porque... ¿Que es eso? Me he pasado mucho tiempo creyendo que alguien debe ser todo risas cuando yo estoy de mal humor. Que debe estar eufórico cuando yo me doy por vencida y contestar con amor cuando yo soy borde. Pero no es eso lo que busco. Quiero alguien con quien escuchar Chasing Cars en el sofa tras un mal día. Una persona que cuando yo sea borde se enfade y me haga recapacitar de mi actitud. Que yo a veces soy muy niñata, lo se, que tengo que espabilar y dejar de ser tan desastre. Que por eso mismo no quiero a nadie perfecto. Que John Lennon lo decía:
"Nos hicieron creer que cada uno de nosotros es la mitad de una naranja, y que la vida solo tiene sentido cuando encontramos la otra mitad. No nos contaron que ya nacimos enteros, que nadie en nuestra vida merece cargar en las espaldas la responsabilidad de completar lo que nos falta". 
Por eso mismo no busco un complemento. Que para que mentir nunca lo busque. A veces admito que he sido de las que me he dejado querer pero no por ello he dejado de querer fieramente cuando me ha tocado a mi. Como si se tratase de las ultimas palabras antes de morir de mi padre he seguido al pie de la letra el "Falsamente tuyo" de Bubowski:
“Querida, encuentra lo que amas y deja que te mate. Deja que consuma de ti tu todo. Deja que se adhiera a tu espalda y te agobie hasta la eventual nada. Deja que te mate, y deja que devore tus restos. Porque de todas las cosas que te matarán, lenta o rápidamente, es mucho mejor ser asesinado por un amante.” 
Y de tal forma me he metido en la cueva del lobo. He acabado siendo devorada por mi amante. Porque ahora mismo no lo cambio por nada. Porque dentro de un mes me cambiaría por cualquiera. Pero lo importante no es eso, lo importante es que gracias a ti tengo en alguien en quien pensar cuando escucho a Leiva. Alguien en quien inspirarme para escribir. Alguien perfecto para mi.