viernes, 5 de mayo de 2017

Carta a la futura novia de mi ex

Querida futura novia de mi ex,
Ante todo quiero que sepas que esto lo escribo porque te quiero. Si, se que no te conozco, pero eres mi hermana en batalla. Eres parte de esta represión de la que tanto intentamos salir. Porque tu y yo somos nosotras, y justamente nosotras somos las que entendemos lo que es ser un pequeño peón del ajedrez.
Te voy a decir que tengas cuidado. Que se con quién estás y se con quien no deberías estar. 
Y no creas que te lo digo porque me creo superior a ti, o porque crea que conozco a esa persona mejor que tu. Lo digo porque yo conocí un lado que espero que tu nunca llegues a ver.
Ese chico, aquel que forma parte de mis recuerdos y esta empezando a escribir historia contigo, ya se de lo que va y te lo quiero decir. 
Al principio te adulará, te recordará todas las cosas bonitas que tienes, incluso se inventará otras que tu misma no te veías para simular que te ve con otros ojos. Tendrá detalles, te pintará un mundo de color de rosa y durante un tiempo creerás que no has podido encontrar a alguien mejor, que no entiendes porqué tardaste tanto tiempo en llegar a verle. El mismo te recordará que es tu culpa por ver a tantos capullos antes a que él, un chico bueno de verdad, con sentimientos reales. 
Los te echo de menos, te quiero y cosas dulces se harán parte de tu rutina. Ya no sabrás lo que es vivir un día sin una de esas palabras. De hecho, no podrás terminarlo porque sabes que si es así es que has hecho algo mal. 
Empezarás a tener la necesidad de contarle tú día a día con lujo de detalles y querrás que él también lo haga aunque no sea su naturaleza ser así. O al menos eso te ha dicho. "Cuéntame tu, tu día" porque es así de detallista y no porque quiera controlar cada uno de tus pasos, es un romántico, eso mismo quieres repetirte a diario. 
Creerás que es la persona más brillante del mundo y empezaras a ver enemigas por todos lados porque él mismo te ha repetido en varias ocasiones que envidia a los hombres que pasan el día a día contigo. Y claro, tú también las envidias a ellas. Si sabes que los hombres de tu alrededor a veces te miran con lujuria, seguro que a él también. Seguro que a él también le envían peticiones desconocidas en Instagram queriendo tener sexo con él, pidiéndole fotos desnudas y rogando su número. Seguro que él también es provocado a diario y el pobre con tanta guarra suelta no podrá más que caer en la tentación. O al menos eso es lo que te hacen creer. 
Se enfadará contigo por cosas que tu no llegas a entender pero aprenderás a valorar que el vuelva siempre a perdonarte, porque es así de bueno, te quiere tanto que es capaz de olvidarse que eres egoísta a veces. Porque es normal que se enfade porque fuiste a la fiesta sorpresa que te hicieron tus mejores amigas sin él. Porque no hay nada más lógico que entender que un sábado debas hacer planes con él antes que con tus amigas. Y porque solo cuando las dejas de lado y todo lo demás es cuando le estarás haciendo una gran declaración de amor digna de película romántica. Y entonces, cuando merezcas su amor y cariño. 
Porque el lucho por conquistarte y ahora es tu labor conquistarle a él. Si él estuvo 6 meses detrás tuyo, tú le debes esos 6 meses porque aquí no hay nada gratis y el amor se debe devolver siempre, eso de dar sin recibir no está bien. Es tu turno. Hazte cargo si realmente quieres tenerte a tu lado. 
Lucharás cada día por conseguir sacarle una sonrisa. Sabes que es exigente porque ya lo ha pasado muy mal en su vida y desconfía de la gente. Tú quieres demostrarle que eres diferente y por demostrar esto te desvivirás sabiendo que muchas veces fallarás. Y entonces te darás cuenta de que por no fallarle a él muchas veces te has fallado a ti misma. 
Te idealizará y te dirá que nunca había conocido a una chica como tu y durante un tiempo pensaras en lo bonito que es sin darte cuenta de que está insultando al resto de hermanas. Cómo si todas las demás fuéramos esas víboras que le han hecho un ser infeliz. 
Y te hablara de mi, de las exs. Te dirá que éramos unas putas, que éramos falsas,  unas inmaduras que jugaron con sus sentimientos y no le supieron cuidar. Que estamos locas, siempre somos las malas psicópatas del juego. Que no quieren saber nada de nosotras. Te dirá todo eso y creerás su versión porque como no vas a creer a la persona que más quieres. Asumirás cada palabra hasta verme como una enemiga, como un ser malvado que hizo daño a una pobre víctima. Te dirá y te mentirá hasta que te conviertas en una de nosotras.
Porque no, no soy una puta ni jamás le fui infiel solo por salir y tener amigos chicos. Y muchos menos le mentí cuando le dije que le quería y quería estar con él, eran promesas de verdad, lo que pasa es que se lo decía a una persona que no existía, se lo decía a la versión que yo misma había creado de él. Y que sí, que soy inmadura, pero él no se queda atrás y en caso de jugar no era yo la que cada día sacaba el comecocos que me hacía echarme para atrás de todos mis sueños solo porque él no los compartía. Pero recuerda que no es que no quiera saber nada más de mi, hasta el último momento estuvo escribiéndome para saber si volvía a recaer en su juego y al darse cuenta de que ya no me interesaba fue cuando perdió el interés y empezaron los insultos. 
Escribo esto porque no estoy loca, porque si tu llegas a sentirte identificada con estas cosas no lo estás tampoco. Estás viviendo el principio de una historia llena de toxicidad en la que nunca pensaste formar parte. Y todo porque el te decoró estas agresiones con gestos de amor baratos.

Yo no soy quién para juzgar con quien estás o lo que haces, solo sé que estamos en el mismo barco y que jamás me permitiría dejarte en marea roja en una barca. Aquí tienes mi salvaguarda, mi salvavidas. Espero que esto te sirva o que al menos lo leas, y que nunca llegues a esto. Aún así quiero que sepas que si llegas: no estás sola, yo también estuve. Y no fui la primera. Estamos juntas en esto. 

jueves, 4 de mayo de 2017

La sinonimia de una vida

Hay gente que ha nacido para ser poesía.
Con esa simple frase empiezo un pensamiento que se lleva desarrollando desde hace mucho tiempo en mi cabeza. 
Gente que vibra, gente que brilla, gente que palpita y salta. Gente que excita, gente que confunde, que complica. La que te deja muda. La que te pide gritos. Esa que sabe inspirar y sin la que costaría un poco respirar. Gente magnética, que atrae, que lleva, que transforma. Esa que te hace sentir como siempre pero en un contexto distinto. Libre, traviesa, infinita, eterna y efímera. La que se llena de contradicciones sabiendo que es arte lo que está haciendo en cada paso. La que te invita a entrar en una epifanía dentro de un mundo real. 
Que siente, que reivindica, que lucha. Esa que plasma emociones allá por donde va y arrasa las ruinas para convertirlas en tesoros. Por la que escribir se convierte en una necesidad y no hay fotografía que la capte, pero es imposible no intentarlo. 
La que pone el mundo patas arriba y no piensa que lo ha dejado todo del revés. De esa que te cala y te calma porque es capaz de encontrar esperanza en un mundo devastado. 
Te desgarra y te construye un mundo de papel capaz de destruir el más alto de los muros. 
Que no te exige pero te idealiza sin darse cuenta de que hace mucho que tu dejaste de compararle con nadie porque nadie se asemeja, porque nadie la reemplaza. 
La que brota de la tierra para llenarla de flores y arboledas dejando en un segundo plano las malas hierbas. Porque dan oxígeno, dan vida, dan fuerza. Te dan y te regalan y no piden nada a cambio porque piensan que son alguien más. Que son ciudadanos de a pie. Que son individuos pertenecientes a una masa social llena de desperfectos. Que son rutina en un calendario. 

Y que ilusas son esas musas.