viernes, 25 de enero de 2013

No importa que llueva si estoy cerca de ti


Y tras casi un año vuelvo a escribir, la verdad no tengo muy claro porque empiezo, supongo que porque la ultima vez que tenia el control de mi vida me encontraba escribiendo.
Es curioso porque desde que lo borré no he sentido que entienda nada de lo que me hacen ni de lo que hago, como si fuera una simple espectadora de mi propia película. Pero es normal... Quiero decir, no todo el mundo tiene siempre el control de su vida, supongo que cuando dejas a alguien meterse tanto en tu propio mundo, cambias el "yo" por el "nosotros" te comprometes a esto, a que la mitad de tu mundo pierda sentido en cualquier momento.
Parece triste porque estar perdido no es nada bueno, no saber que sientes o como te encontrarás en cinco minutos es desconcertante. Mucho mas desconcertante es no saber si vale la pena, aunque hay que reconocer que las mejores cosas de la vida no sabes que lo son hasta que se pierden, por desgracia al igual que las malas. Pero así es la vida, y esta es la mía, y bueno supongo que en el fondo si soy yo la que decido que así sea. A veces hay que jugar a vestirse de felicidad.
En verdad lo único que tengo claro es que hay preguntas sin respuesta y que a veces es necesario caer un millón de veces para ser feliz. Los cuentos de hadas NO existen pero las grandes historias de amor si, y eso es lo que busco. Pero sobretodo os digo que si tenéis algo que es bueno, que sabéis que es único, no lo dejéis escapar. No importa lo que llueva, siempre saldrá el sol, tarde o temprano. Quedaos con esa luz porque sería una tontería perderla. Y si no lo tenéis id a por ello porque la constancia de pequeños detalles es la que construye grandes cosas.
Y así termino mi primera entrada, dejando todo bastante ambiguo, pero casi siempre suelo ser así con todo, en fin, las pequeñas manías son las que nos hacen especiales, ¿No?