Hoy vengo a hablar de ti. Si, ya solo con decir eso sabes quien eres. Has sido durante tanto tiempo el "tu" de mi vida que apenas hacia falta mencionarte. Como si tirase una piedra al aire y supieras que pasara lo que pasara iba a caer en tu campo. Porque solía ser así, porque aunque me quejase, sabia que era a lo que me aferraba.
Pero hoy te vi. Te vi como siempre. Con tu esencia, tu chispa inminente, tus aires de "ya he llegado yo" y tu sonrisa. Incluso con esos chistes que tantas horas me hacían reír. Te vi y te pude ver. Irónico que ambas cosas sean lo mismo pero signifiquen cosas tan diferentes.
Te pude ver y supe que todo era una fachada. Que no eras tan gracioso. Que son gracias que te ríes las primeras 20 veces pero con el tiempo cansan. Careces de originalidad. Yo también, sino no me habría reído 21 veces. Note que esa seguridad que me solía volver tan loca era solo el cumulo de despropósitos bien camuflados. Incluso tu sonrisa parecía menos fresca, menos tu.
O igual es que yo ya no soy la de antes. Ya no soy la que te veía entrar por milésima vez en mi vida y seguía poniendo nerviosa. Aquella que dejaba todo sin que siquiera tuvieras que decirme "ven". Aquella que se cegaba tanto por la luz que desprendías que ya ni veía lo que hacia.
Pues bien, yo, la nueva yo, no pudo evitarlo una vez mas y te compare. ¿Y sabes que? Esta vez, por primera vez, saliste perdiendo. Ya no eras el que consideraba mas divertido, ni el mas aventurero e ingenioso. Ni siquiera eras capaz de llevarte el papel del mas tonto. Sin comerlo ni beberlo alcanzaste la mediocridad en mi vida. Eras uno mas. Eres uno mas. Es tan raro escribirlo como pensarlo. Llevaba tanto tiempo segura de que lo nuestro era único que al verte de nuevo y no sentir nada me vine abajo. No por ti. Sino por mi. Era como empezar de cero.
Cero. Lo fácil que lo resume Dani Martin en 3 minutos y lo que cuesta llevarlo en practica. Pero volví a pensarlo. Y entonces lo pude ver. Como si todo este tiempo hubiera sido un espejismo ante mi y yo me hubiera negado a verlo. Vi que yo hacia mucho que te había olvidado. Que no era cero, no sabia si era 20, 50 o incluso 90 los pasos que había dado pero que desde luego hacia mucho que caminaba sola. Sin ti. Sin esperarte.
Creo que este ha sido el ultimo regalo que me has dejado, y el mejor. Sin saberlo tu nunca. Me has librado de ti. Me has dejado ver más allá y lo que veo me gusta; me gusta mucho. Gracias por dejarme paso a algo mas, a alguien mas. Gracias por dejarme volver a encontrar a alguien que siempre gane en las comparaciones. Gracias porque lo encontré. Gracias por el adiós.
