El otro día leí una frase que me cambió la forma de ver la vida "todo el mundo es la edición limitada de alguien."
Curioso es que hoy recordé la frase tras encontrar el diario que escribía cuando era pequeña.
Me reí mucho viendo como no era capaz de escribir dos días seguidos, ni siquiera era capaz de escribir dos meses seguidos. Lo que debería ser un diario de mis pensamientos diarios para mi fue un resumen anual, como si habláramos de la declaración de la renta. Y me puse a pensar que desde pequeña soy un caos.
No ser capaz de escribir un diario. Algo tan simple como eso y ya me resultaba complicado con 7 años. Aunque lo cierto es que me encanto.
He acabado queriendome a mi misma. Puede que parezca mentira decir esto ahora, tras 20 años de vida, pero no sabéis lo que cuesta apreciarse en ocasiones cuando tienes tantos defectos.
He aprendido a reírme de las veces que me he quedado en la calle esperando porque no recordé que mis padres salían y me dijeron que me llevara las llaves. Las veces que he tenido que pedir una cita previa para un DNI que ya había perdido 10 veces. La cantidad de heridas con las que volvía a casa porque soy propensa a caerme por todas partes.
He sonreído al pensar la cantidad de excusas que he puesto para justificar mi olvido en fechas importantes. Las veces que he dejado algo a última hora pese a haberme prometido hacerlo antes.
Las veces que he dicho la verdad cuando cualquiera se hubiera callado. Las veces que mentí porque el orgullo me prohibía hablar.
Que si, que soy rara, que soy un caos. Pero ¿y que?
Todo el mundo que me conoce sabe de sobra todo eso. Que me lo repiten "espabila Fabiola, deja de ser tan desastre." Pero yo sigo siendo la misma e incluso superándome en torpeza.
Antes solía pensar que eso era malo. Me he equivocado no mil sino millones de veces. Me he prometido olvidar y siempre acabo perdonando hasta lo imperdonable. Que se me puede ver de tonta. Que vivo demasiado en las nubes y que tengo que bajar a la tierra pero repito ¿y que?
Que más me dará tener defectos. Son esas cosas las que forman la persona que soy. Que si no me cayera, que si no hablara más de la cuenta, que sino fuera un terremoto no sería la persona que soy.
Puedo ser muchas cosas malas, pero esas cosas, son las que hacen que sea la edición limitada de alguien. Que hay alguien ahí fuera que me quiere por ello. Y que por eso debo seguir siendo como soy y queriéndome. Porque la primera que se quiere por como es soy yo. Porque soy mi propia edición limitada en el mundo y eso ya es suficiente.
