domingo, 24 de marzo de 2013

Como se puede tener tanta suerte

"Y justo cuando apareció el príncipe ella dejo de creer en cuentos"
Así fue, así estaba yo. Ya no creía en cuentos, ya no quería novelas largas que contar con lágrimas en los ojos, ya no quería tragedias. Pero llegaste tu, secaste mis lágrimas y me llenaste de risas. Y yo, que en eso del amor no soy más que una novata no entiendo nada. Pero por primera vez no me importa no entenderlo. Por primera vez se que donde estoy es justo donde debo estar. De este tren no me bajo. En este me quedo hasta el final.

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